domingo, 18 de septiembre de 2011

Los Ladrillos

A pesar de que en el mundo se volvió a desatar una crisis financiera internacional, dónde las ofertas para la compra de servicios y bienes durables continúa cayendo en gran parte del planeta, los argentinos prefieren, como muchas veces lo hicieron, invertir en ladrillos.
De hecho, era tan ilógico que durante los ‘90 la Argentina tuviera la moneda atada uno a uno al dólar, como ahora ver que el metro cuadrado (m2) en barrios privilegiados de Miami es más barato que en los porteños Palermo o Recoleta. Es más, si se busca, en Miami se encuentran precios más bajos que en algunos lugares de Balvanera o Constitución. Algo no está bien, y si la lógica funciona tal situación no puede durar mucho tiempo. Es que más allá del endeudamiento y posterior default de muchos estadounidenses, que hizo que tuviesen que salir a vender sus casas a precio de remate, hoy la crisis en ese país no está atada directamente con el pago o no de las hipotecas. Si bien hay varios departamentos a estrenar que no consiguen dueños, también se empiezan a ofrecer otros ‘desde el pozo’, un signo de recuperación.
Si se repasa la historia, se encuentra que el m2 en Buenos Aires es muy fluctuante. Se pagó cerca de u$s 1.000 durante los ‘70. Luego, u$s 300 en los 80, para volver a costar u$s 1.000 en los ‘90. Hoy el m2 promedio ronda los u$s 2.000. Es verdad que el dólar se depreció con respecto a otros patrones como el euro y el oro. Sin embargo, más allá de lo poco que hoy vale el dólar en el mundo, los precios de los departamentos en Buenos Aires parecen estar sobrevaluados. Los expertos igual creen que el precio seguirá en alza porque hay mucho dinero fuera del sistema, porque la soja sigue volcando plata al mercado, y porque para los argentinos los ladrillos siguen siendo una fuerte atracción.

Las acciones rinden

Parece un hecho inevitable puesto que se convirtió en una profecía auto cumplida, ya hay demasiada gente pensando en que todo lo que viene en materia económica va ser peor.
Si bien esta aceptado por todos que el corto plazo va a ser difícil, déjenme mostrarles un par de argumentos que nos permitan pensar que la cosa también puede mejorar. Uno financiero y otro casi deportivo-tecnológico.

Financiero:

Tómese el trabajo de buscar diarios y reportes de lo que se decía del sudeste asiático y de Rusia en 1998. Zona de grandes manifestaciones, default, devaluaciones, desilusiones. Miren como están esos países hoy.
Tómese el trabajo de buscar diarios y reportes de lo que se decía de Brasil en 1999, luego de su mega devaluación, hasta recuerdo hoy políticos Argentinos gritando al mundo “nosotros no somos Brasil!!!!”. Sólo miren Brasil hoy.
Tómese el trabajo de buscar diarios y reportes de lo que se decía de la Argentina en el 2001. De México luego del tequila o de Turquía en 1999. Lo mismo pasará con EEUU en un par de años.
Todos sabemos que “las cosas están mal”, pero... ¿por qué no pensar que esto ya está reflejado en los precios de hoy? Los precios pueden bajar más pero todos sabemos que de esto se sale y con fuerza. Lo principal es la actitud que toma cada uno: ¿se asusta y sigue al rebaño

Deportivo-Tecnológico:

El otro día viendo el partido de Nalbandian con un amigo, decíamos que él ya no es el de antes, el que nunca perdonaba, metía todas las pelotas, ya no es el mismo.
Obvio, ya no es el mismo, pasaron 10 años de su final en Wimbledon y más de cuatro operaciones. En vez de pensar que es un genio por lo que todavía está haciendo, nos lamentábamos por lo que ya no hace. Y eso es un problema nuestro, de nuestra exigencia, no del él.
Hay que saber aceptar que las cosas no son ni mejores ni peores, sólo cambian y hay que ser flexible. Adaptarse es entender que si las cosas son diferentes nuestro comportamiento también deberá ajustarse y en lugar de sufrir por lo que no hice en el pasado, pensar en lo que puedo hacer en el nuevo contexto.
Vilas ganó Roland Garros en 1977, ganó algo más de 70.000 dólares en premios. Usted pensara que esta cifra es ínfima con respecto a lo que se gana hoy. Pero en 1977, con esa plata, se hacían más cosas que con un millón hoy. Si Vilas invertía esos dólares en acciones de Siderca, hoy tendría en Tenaris 5.200.000 dólares-.
Desde que Vilas ganó todo en 1977, somos el doble de habitantes en el mundo. ¿Algo cambio no? Espacio, valor de los recursos naturales, cantidad de oferta de recursos humanos.
Mientras nos consagrábamos campeones del mundo en 1986 con el golazo de Maradona, nacía en el mundo bursátil, Microsoft. En este tiempo, Bill Gates se convirtió en uno de los más ricos del mundo. 10.000 dólares en esa acción en ese momento hoy serian 2.300.000 mil dólares. ¿Y las PC algo cambiaron, no?
Mientras Gaudio ganaba Roland Garros en junio del 2004, asomaba al Nasdaq una nueva empresa de videos por internet llamada Netflix,. Tan sorpresivo como la victoria de uno de los mejores reveses del mundo, fue el desempeño de esa acción en la bolsa. 10.000 dólares en el 2004, hoy representan 300.000 mil dólares. ¿Y el www algo cambió, no?
Ese 2004 se jugaron las olimpiadas en Atenas (miren si alguien les contaba cómo iba a estar Grecia hoy). En esas olimpíadas nuestra selección de fútbol ganó la medalla dorada. Miren cuánto vale esa medalla hoy, por los que nos cuesta deportivamente y por el valor del oro (quizás todas esas medallas juntas por el valor de oro valen más que el estadio de fútbol donde se jugó la final). Mientras esto pasaba, nacía Google. Hoy es una de las empresas que más vale en el mundo. Nació bursátilmente un año después y ya escuché a varios periodistas preguntándose coma era buscar información antes de la existencia de google. ¿Y el buscador algo cambió, no?
En 2010, con las Leonas de fondo, debutaba Linkedin en Bolsa y Facebook quizás lo haga este año, ya con valores superiores a lo que vale Alcoa y Deutsche Bank juntos. ¿Y las redes sociales algo cambiaron, no?
Muchos dirán, mira la bolsa vale lo mismo que hace diez años, una década perdida. Yo no pienso eso, cuando veo el fenómeno Youtube, Google, Facebook, Twitter; todas empresas que nacieron después de las crisis del Nasdaq, pienso que solo cambian los protagonistas.
Y si, las cosas cambian y no siempre se encuentran las respuestas en el pasado. Quien mejor interpreta lo que viene en el futuro es el que va a ganar dinero. Como dice el dicho, si las respuestas de todo están en el pasado o en los libros, los bibliotecarios serian millonarios.
El mundo cambia, las cosas cambian, la pregunta es, ¿nosotros, nos estamos preparando para esos cambios? Sugiero mirar adelante sin lamentarnos por lo que ya no podemos cambiar del pasado, estar atento a las nuevas tendencias y ser flexible para adaptarnos rápido a los nuevos escenarios.

Claudio Zuchovicki Gerente de desarrollo de mercado de Capitales Bolsa de Comercio de Buenos ires
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